método de proyecto

Los trabajos de Dewey influenciaron enormemente los principios y conceptos teóricos de la creación de escuelas en la época marcada por los "movimientos para una educación progresiva". El plan Dalton de Helen Parkhursts señala, por ejemplo, que el proceso educativo es una forma de experiencia y como tal es parte de la vida práctica. No es una casualidad que las escuelas según el modelo del plan Dalton y del plan Winnetka integren una gran cantidad de actividades manuales con la finalidad de estimular las energías creativas de los alumnos.

Uno de los paradigmas centrales de la Pedagogía pragmática es la "self activity" que se extiende como un hilo conductor a lo largo de los diferentes conceptos reformistas. Mientras que Parkhursts señalaba que el objetivo del "plan Dalton" es guiar las energías del niño hacia " la organización y realización de sus propios estudios según su modo de ver las cosas", exigía Washburne para las escuelas del plan Winnetka que la enseñanza debería garantizar "el mayor desarrollo posible de las capacidades individuales". Para poder resolver realmente estas premisas teóricas se precisaría de una reestructuración considerable de los conceptos de enseñanza dominantes.

Una característica del plan Dalton es, por ejemplo, que al comienzo de cada año escolar se establezca para cada clase un plan de enseñanza que incluya unos requisitos máximos y unos requisitos mínimos a alcanzar y que abarque toda la cantidad de trabajo a realizar durante 12 meses a modo de una tarea formulada en términos de contrato (contract job). En el marco de este plan de trabajo se explica abiertamente a los alumnos los problemas de trabajo que han de abordar y los requisitos que han de cumplir. "En base a ello, pueden abordar un problema como ellos lo consideren conveniente y fijar su propio ritmo de trabajo" (Parkhursts).

Para que un alumno pueda abordar un tema que es de su interés, sin interrupciones, no hay ningún "timbre" que por razones organizacionales obligatorias interrumpa su quehacer. El contrato contiene las orientaciones metodológicas y bibliográficas precisas para que el alumno realice sus tareas bien individualmente o en grupo. El docente enseña a los alumnos a utilizar su tiempo, les aconseja y controla su trabajo.

Estos planteamientos ponen claramente de manifiesto que la didáctica y metodología de los conceptos de la reforma pedagógica se basan en gran medida en las ideas del "método de proyectos". Aunque Kilpatrick no haya sido el autor de este concepto, algo que el mismo reconoce, sí hemos de agradecerle que haya sido el primero en crear una "tipología" del método de proyectos que hasta nuestros días sigue siendo un tema en el debate metódico didáctico. El método de Kilpatrick trata de desarrollar la actividad infantil en un medio natural, en el que el plan de trabajo vaya surgiendo según se desenvuelven los proyectos.

Según Kilpatrick cabe diferenciar cuatro tipos fundamentales de proyectos:

- proyectos creativos (construcción de una barca, por ejemplo),

- proyectos de placer (disfrutar de una experiencia estética),

- proyectos de problemas (resolución de un problema),

- proyectos de aprendizaje (por ejemplo, aprender los verbos irregulares de una lengua extranjera).

Influenciado por Dewey y por A. Fischer, Kerschensteiner desarrolló un concepto "pedagógico del trabajo". Formuló una "ley del trabajo" basada en fases temporales: observación, síntesis, análisis, verificación. Partiendo de la tarea de resolver una cuestión se ha de reflexionar sobre la planificación y las hipótesis, antes de que la planificación se realice en un tercer paso y, por último, en base a la obra concluida, poder compararlo, controlarlo y verificarlo.

Según Kerschensteiner, la relevancia educativa se deriva de cinco características:

1. del valor de las cosas,

2. de la viveza y accesibilidad para entender nuevos valores (ideas, bienes),

3. de la necesidad del desarrollo espiritual,

4. de la armonía entre medio y fin, entre causa y efecto,

5. de un creciente centralismo espiritual como consecuencia de la organización de los valores.

Siendo así, todo tipo de trabajo tiene un valor formativo y es "el valor organizado individual despertado por los bienes culturales". El ímpetu reformista y la orientación hacia el sujeto se evidencian precisamente en las actividades de trabajo que "surgen de uno mismo", que requieren la plena dedicación del discípulo, facilitan la "libertad y creación", despiertan la "sensación del éxito interior" y, por último, cumplen con la ley inherente que se refleja en la obra.

Hugo Gaudig, entre otros, se basó en la idea de la escuela del trabajo, pero prescindió de las implicaciones de la educación cívica. Si bien Kerschensteiner se centraba en una escuela popular y sus egresados, las ideas de Gaudig se centraban el Gymnasium. El método del "trabajo intelectual libre", en términos parecidos a Dewey, tiene como fin la organización de toda la labor formativa según el principio de la "autorealización", y ello desde el primer día de escuela. El objetivo prioritario de la pedagogía de Gaudig es dirigir a los alumnos en el descubrimiento de técnicas de trabajo.